6 de Junio 1923, se registra el descuartizamiento más recordado en la historia criminal de Chile.
Flotando en las arquitas de agua de la Plaza Italia, canales del alcantarillado que se ubicaban donde hoy está la Escuela de Derecho de la Universidad de Chile; emergió un misterioso bulto. Era la pierna izquierda de un hombre, doblada y amarrada con cáñamo.
Después que la policía encontrara diferentes partes del cuerpo del desconocido, se determino que se trataba de Efraín Santander Jara de 47 años, quien sucumbió a manos de su esposa, Rosa Caviedes de 32 años.
La mujer lo descuartizó tras haberlo estrangularlo después de una violenta discusión que sostuvieron. Rosa Caviedes cortó el cuerpo en la misma mesa de su comedor, esparciendo tiempo después las partes por diferentes lugares de Santiago de Chile.
La mujer fue condenada a 25 años de cárcel, pero al cumplir cinco salió libre. Y como si nada, se fue a vivir a Vivaceta con otro suplementero y regresó al quiosco que tenía con su ex marido en Lira.
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